sábado, 12 de enero de 2019

Artículo final


En esta entrada voy a revisar y reflexionar sobre lo que he aprendido en estos últimos meses sobre la educación literaria en Educación Primaria. Haré un recorrido por los cinco bloques vistos, analizando las ideas principales y tomando conciencia de lo que he ido aprendiendo y de aquello que rescato para mi práctica profesional.
Literatura infantil. Análisis y selección
En este bloque hemos trabajado la literatura infantil, teniendo en cuenta diferentes géneros, analizando las características de la misma en la actualidad.
Actualmente nos encontramos con una oferta muy amplia de libros en el mercado, que tratan de hacer atractiva la lectura al público infantil. Algunos, aunque vistosos y aparentemente atractivos, finalmente no son tan acertados. Otros, en cambio, son verdaderas obras de arte. 
Nunca me han gustado los libros demasiado obvios y moralizantes, en el fondo creo que intuitivamente yo ya era capaz de elegir buena literatura. Para mí un libro es magia que me hace soñar, es un universo simbólico que conecta con el universo colectivo y quizás con el mío en particular, de forma que lo que allí se trata resuena conmigo. A través de un buen cuento uno puede resolver sus conflictos, ver las cosas de diferente manera, conectar con sentimientos e incluso cambiar la narrativa de su vida. 
Sin embargo, el trabajo realizado en este bloque me ha hecho tomar conciencia de algunas cosas. Una de ellas es distinguir los libros literarios de los que no lo son, por ejemplo pueden ser buenos libros didácticos o adecuados para trabajar emociones pero no necesariamente literatura. Otra de las cosas que he aprendido es a tener muy en cuenta la edad de los destinatarios, cosa que antes ni me planteaba. Ahora veo que el que escribe tiene que tener en cuenta a quién va dirigido y tratar de conectar con ese universo, tanto en forma como en contenido, teniendo en cuenta los gustos y las características psicoevolutivas de los niños de esa edad. 
Este aspecto me parece muy importante, porque en la etapa de primaria desde mi punto de vista lo fundamental es dar la oportunidad al niño de sentir gusto por la lectura, de descubrir el placer de los buenos libros, de encontrarse con un recurso interesante y atractivo. Todavía recuerdo con horror cómo me tuve que leer “Los milagros de Nuestra Señora” de Berceo, para luego tener que hacer un resumen de cada capítulo. Ni entendía, ni conectaba, ni podía apreciar, y eso que a mí me gustaba leer. Ya entonces me pareció que aquello no tenía ningún sentido. Sin embargo también recuerdo cómo años más tarde fui capaz de apreciar y disfrutar la literatura clásica. 
Si bien ya era consciente de la importancia de tener en cuenta la edad, este bloque me ha hecho afinar más el criterio, teniendo en cuenta aspectos más concretos y centrándome más en la edad. 
También me ha hecho fijarme en las ilustraciones. Para mí siempre fueron importantes y ya me había preguntado antes si algunas de esas ilustraciones que acompañan el texto son realmente atractivas o incluso comprensivas para los niños. Me refiero incluso a algunas que a los adultos nos pueden parecer obras de arte pero que quizás no conecten con los niños a los que va dirigido el texto. En este bloque además me he dado cuenta de que algunas ilustraciones parece que van dirigidas a un público o a una edad y cuando lees el texto las imágenes no siempre lo acompañan. Por ejemplo pueden ser muy infantiles para los niños a los que va dirigido el cuento, o puede que estén hojas más adelante y no cuando corresponde. Del mismo modo he aprendido a fijarme en la forma de redactar, en el tipo de letra y en la longitud del texto. 
Otro aspecto sobre el que he reflexionado es el de que no todos somos iguales. Como a mí me gusta mucho leer, me cuesta comprender que hay niños a los que no. Pero ahora puedo entender que las personas tenemos distintos temperamentos, y que la lectura no tiene por qué ser la actividad favorita de cualquiera ni tampoco suponer un problema. Y eso hay que respétalo. Del mismo modo que hay que aprender a respetar los gustos e intereses de los niños, y aceptar que abandonen un libro que no les convence lo suficiente, tener en cuenta sus gustos personales y su sensibilidad si les queremos regalar un libro.
También he podido entender por qué algunos libros no conectan con los lectores, que los abandonan sin más, y a tener en cuenta algunos elementos importantes cuando se escribe un libro. Por ejemplo la importancia que tiene el que el niño pueda identificarse con el personaje y el suscitar emociones.
Otro aspecto que me parece interesantísimo de este bloque es el de poder reflexionar sobre el modelo social que se propone a los niños en cada uno de los libros que se les ofrece, pues son un reflejo de los conceptos de nuestra sociedad, de lo que valoramos y de aquello que queremos que los niños incorporen o aprendan. Por eso me parece como profesora el hacer esta reflexión antes de ofrecer un libro a los alumnos. También me llamó la atención, y nunca lo había pensado, la reflexión que se hace sobre libros infantiles pertenecientes a otro momento histórico, con los que los niños no conectan, que proponen esquemas sociales ya superados.    
Como futura maestra, me quedo con el placer de escoger buenos libros para proponer a mis alumnos, así como con los criterios para poder escoger un buen libro. Ante tanta oferta y estimulación como existe hoy en día, pienso que como maestra más vale aportar algo de calidad, teniendo como objetivo el favorecer el gusto y el disfrute de la lectura, más que la cantidad de libros que uno lee. Señalar también que me han parecido muy interesantes los recursos aportados en el bloque.

Textos folclóricos. Selección y adaptación
En este bloque he aprendido a distinguir los textos folclóricos de otros, así como a apreciar el valor de la tradición oral. He descubierto que estos son para ser contados, no leídos. Si bien conocía los cuentos folclóricos de toda la vida, me he sorprendido descubriendo otros que eran nuevos para mí, que correspondían a otros lugares, y también analizando algunos que ya conocía. He comprendido que no era literatura dirigida exclusivamente a niños, pero he aprendido a identificar y a seleccionar cuentos interesantes para ellos según la edad. 

Los valores que encierran algunos de estos cuentos me han sorprendido gratamente, y ahora sé que los personajes no son aquellos con los que el niño se puede identificar sino lo que quiere llegar a ser. 

También he aprendido a evitar interpretaciones adultas y moralizadoras en estos cuentos.

Este bloque me ha hecho reflexionar sobre lo interesante que es poder seguir contando cuentos folclóricos a los niños aun cuando ya no sean de infantil, y a dar valor a la tradición oral y a los valores y enseñanzas que encierra. 

Me gusta como actividad de aula, para trabajar el lenguaje oral y la narración. Para dar valor al grupo y al uso de la palabra. En clase lo trabajaría con los niños de forma que ellos mismos se animasen a contar cuentos, de forma que se entrenasen en la expresión oral, en la narración en grupo, además de disfrutar con la escucha activa.

Los cambios que haría tienen que ver con la narración (adaptaría el lenguaje y el vocabulario a la edad de los niños) y con la elección de los cuentos. Pues siendo consciente de que estos encierran enseñanzas profundas, y sabiendo también que algunos se escribieron hace ya tiempo y que la sociedad ha superado muchos esquemas y conceptos, no cogería cualquier cuento de la tradición sin antes hacer un pequeño análisis de lo que el cuento encierra y ver si es acertado o no para mis alumnos.

Otra cosa que he aprendido es a diseñar un cuentofórum, el ver qué han entendido los niños según su edad y cómo se puede enganchar con sus vivencias y su realidad.

Señalar que, el contar cuentos folclóricos en clase, crear un rato especial para ello y luego poder hablar y compartir, me parece una actividad preciosa que crea lazos grupales y fortalece vínculos, igual que ocurría con nuestros antepasados cuando contaban cuentos alrededor de una hoguera.
Literatura española y cultura literaria
Si bien la literatura clásica no es un objetivo específico de primaria, con frecuencia se trabaja de forma indirecta, haciendo breves referencia o incluyendo pequeños fragmentos de obras en los libros de texto.
La idea de trabajar de forma más específica en la semana cultural me parece atractiva e interesante. Primero porque los niños van adquiriendo un bagaje cultural, segundo porque se da la oportunidad de acercar a los niños al mundo de la poesía, la narración o el drama, disfrutando de obras de calidad y posibilitando vivencias personales y en grupo.
En este bloque he aprendido cómo trabajar la literatura clásica con niños. Si bien al principio me parecía una tarea compleja y no sabía cómo enfocarlo, acabé disfrutando mucho del trabajo.
He aprendido a diseñar una semana cultural con actividades diversas y de distinto tipo, que tengan por objetivo trabajar un autor o una obra, de forma lúdica, cercana y atractiva a los niños.
Me costó mucho elegir el autor, al final en el grupo nos decidimos por Juan Ramón Jiménez. Tengo que reconocer que disfruté mucho leyendo su obra y recopilando material que había adaptado a niños.
Me parece muy interesante la idea de poder incluir una salida cultural o excursión, así como una actuación final para cerrar la semana.
Me parece importante el seleccionar bien los textos y sobre todo, en este bloque he aprendido que se puede trabajar y disfrutar de la literatura clásica con niños, aunque no haya sido escrita para ellos, aunque su comprensión sea la de un niño y no la de un adulto. Me hubiera encantado que hubieran trabajado la literatura así cuando yo fui niña.

Sin duda este bloque me ha despertado el interés y la motivación, no sólo por diseñar actividades y elegir obras para trabajar con niños, sino para leer o releer yo misma a los grandes clásicos de la literatura española, ahora desde una perspectiva más adulta que cuando los leí. 


Lectura literaria y animación lectora
Durante los cursos de educación primaria, se tiene presente el fomentar el hábito de lectura en niños. Con este fin, organizan diferentes recursos y se proponen libros de lectura voluntaria y obligada en los diferentes cursos. La mayoría de las veces se da al niño un libro y se le pide que lo lea, para lo que se le deja un tiempo. Luego, en la mayoría de los casos el niño tiene que hacer un resumen o responder a preguntas sobre lo leído. 
En resumen, una dinámica aburrida para un niño y nada interesante, que no consigue por sí misma aumentar el gusto por la lectura. 
Otro aspecto a revisar es el tipo de libro que se elige para esto, pues a veces son libros que tienen que ver siempre con una misma editorial (por criterios económicos)  y pudiera ser que no fueran significativos para nadie. 
En esta actividad aprendí que no da igual proponer un libro que otro, que merece la pena seleccionar libros de calidad y que pensemos que pueden realmente emocionar o interesar a nuestros niños. También aprendí (o seguí aprendiendo) lo importante que es tener en cuenta la edad para este fin.
El hacer una animación a la lectura como la que se planteó en esta actividad me parece una excelente manera de seguir acompañando a los alumnos en la lectura a la vez que se les deja cada vez más autonomía. Porque cuando son pequeños nosotros les leemos los cuentos, después quizás hagamos lectura compartida o les pidamos que nos lean un rato en alto. Pero parece que siempre tenemos que estar presentes nosotros y luego de pronto les mandamos un libro para que lo lean ellos solos sin más. Quizás necesiten aún este acompañamiento por un tiempo. 
Además de esto, entendí que la mejor manera de realizar una animación a la lectura, no es haciendo tareas muy llamativas (plásticas o de otro tipo) de forma puntual, sino precisamente acompañando la lectura, haciendo un seguimiento, hablando, motivando, anticipando , compartiendo lo que entendemos al leer y lo que tiene que ver con nuestra vida. 

Me parece muy bonito, el cómo se puede hablar en clase de muchos temas de interés social o cómo se pueden buscar soluciones a las preocupaciones de los niños, a través de la literatura y del trabajo con ella. También los niños descubren así en los libros un recurso valioso. 


Creación literaria
La creación literaria forma parte del aprendizaje de los niños de Primaria y teniendo en cuenta esto me parecen muy valiosos los recursos aportados en la asignatura para este fin. 
Nunca hasta ahora me había planteado que a los niños hay que especificarles lo que queremos que hagan cuando escriben, ya sea una descripción de algo, relatar algo que hicieron, expresar sentimientos o contar un cuento. 
Tampoco me había planteado nunca enseñar a los niños a escribir poesía ni drama. 
Coincido plenamente en la idea de que hay que aportarles un ejemplo adecuado de lo que queremos que hagan, bien uno elegido que nos parezca acertado o bien uno que elaboremos nosotros mismos para ese momento. 
Como me gusta escribir me lo he pasado bien haciendo las actividades propuestas, pero también he encontrado dificultades. La primera es no tener en mente desde un principio la técnica que voy a usar para enseñar o dinamizar la escritura con los alumnos. La otra es que me cuesta centrarme y hacerme una idea real de las edades con todo lo que eso conlleva (comprensión, complejidad, vocabulario…). Es decir, puedo dar ejemplos de escritura, pero tiendo a dejarme llevar y corro el riesgo de perder de vista el fin que en este caso es el trabajo con los alumnos. De hecho, llegué incluso a escribir una poesía que al final no colgué en la entrada porque no me pareció oportuna del todo. 
Me parece muy atractivo el poder trabajar los tres géneros con los niños, y preciosa la idea de acabar plasmando lo escrito en un libro ilustrado que forme parte del material del aula. 
Me ha encantado también el planteamiento de animar a escribir a los niños y que luego puedan leerlo a sus compañeros, formando una especie de club de escritores. Coincido con el enfoque de evitar poner nota a las creaciones y usar el feedback para dar pautas concretas de mejora acompañado siempre de un aplauso. 
Me parece muy útil la dinámica planteada: concretar lo que se les pide, mostrar con un ejemplo, hacer una primera corrección (ortografía, verbos, estructuras gramaticales, explicar mejor…), y  pasarlo a limpio acompañado de un dibujo.
Como profesora de primaria, me apunto la idea de contemplar al menos 30 min a la semana para trabajar la producción literaria. 


Conclusión
Valoro cada uno de los bloques que hemos trabajado en la asignatura y siento que me voy con las manos llenas de un montón de recursos y buenos criterios para hacer un planteamiento muy interesante y bonito sobre la literatura infantil con los alumnos de Primaria.

Agradezco además haber podido trabajar aspectos tan variados (animación lectora, literatura clásica, folclore, creación, cuentos…) y las actividades tan diferentes que hemos tenido que desarrollar. En realidad, todos ellos son aspectos de un mismo arte que es la literatura. El que está acostumbrado a escuchar cuentos folclóricos y disfruta con ello es más probable que se sienta atraído por la lectura, más si hay una animación acompañada, el que disfruta con la literatura infantil es más probable que se anime más adelante a leer literatura clásica y que desarrolle una sensibilidad y una mejor competencia para crear etc. Además, aunque formen parte de lo mismo, son muestras diferentes y con peculiaridades y características distintas, lo que hace que la educación literaria sea variada, rica, atractiva y accesible desde distintos lugares.
También he aprendido mucho con la creación del blogg, para mí ha sido una oportunidad  de lanzarme a utilizar un recurso que me gusta pero que no me había atrevido a usar. Es muy interesante el recibir feedback de los compañeros y poder ver sus trabajos, de los cuales también aprendo.
Por último, reconozco que ha sido una oportunidad asistir a clase, pues se nota que la profesora disfruta con su asignatura y trasmite a sus alumnos ese mismo amor por la buena literatura. Siento que he salido enriquecida con su experiencia personal y profesional.


Bibliografía
Armijo, Consuelo. El nonsense
Kerguéno, Jaqueline. Ayudar al niño a convertirse en lector
Labajo Irune. Pautas para regalar libros muy especiales a un niño
Labajo Irune. Cuentos según edad y desarrollo
Labajo Irune. Cuentos según intereses
Labajo Irune: Cuentos y edición
Bettelheim, Bruno. Psicoanálisis de los cuentos de hadas
Pelegrín, Ana. La aventura de oír
Propp, Vladimir. Morfología del cuento
Labajo Irune. Catálogo de actividades de animación a la lectura
Labajo Irune. Catálogo de actividades de creación literaria
Labajo Irune. El pensamiento poético en la infancia
Rodari, Giani. Gramática de la fantasía.

www.makingbooks.com Web donde enseñan con materiales sencillos y económicos a hacer libros de distinto tipo y atractivos para niños.

       https://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/poesia-primaria.. Recursos para trabajar la poesía en el aula de Primaria.

martes, 8 de enero de 2019

Creación literaria

La creación literaria forma parte del aprendizaje de los niños de Primaria y como profesores debemos contar con herramientas suficientes para acometer esta tarea.

Cuando pidamos a los niños que escriban o redacten, es necesario especificar qué queremos que hagan ya sea un cuento, una descripción de algo, expresar sentimientos, contar lo que han hecho…) y además decir qué género queremos (prosa, poesía o teatro).

Además, debemos mostrarles un ejemplo, darles un modelo, por ejemplo de algo que haya escrito un niño de su edad o de algo que el mismo profesor haya escrito para la tarea propuesta. Por supuesto, habremos de tener en cuenta su edad y sus posibilidades en cuanto a vocabulario y estructuras gramaticales.

Les daremos un margen adecuado para elaborar los escritos, y les daremos herramientas para que poco a poco sus producciones tengan más calidad. Por ejemplo, podemos enseñarles a planificar lo que quieren decir haciendo un pequeño esquema, podemos mostrarles recursos literarios (metáforas, hipérboles, comparaciones…), proponerles dinámicas para crear.

Las correcciones que se hagan de los escritos no tendrán por objeto una calificación sino el que el alumno mejore sus escritos a medida que va trabajando.

Una vez que el alumno nos muestre lo que ha escrito, hacemos una primera corrección (ortografía, poner más verbos, estructura gramatical, explicar mejor…). Después le pedimos que lo pase a limpio y que haga un dibujo.

En nuestras clases dedicaremos 30 min a la semana a trabajar la producción literaria, y los alumnos leerán lo que han escrito en clase. 
En esta entrada voy a hacer tres propuestas de creación literaria para trabajar con niños
CREACIÓN DE PROSA

Esta actividad está planteada para el Tercer Ciclo de Primaria. Utilizaremos la técnica de “Varias perspectivas”, con la que se pretende contar la misma historia desde perspectivas diferentes según los personajes. 
Como estamos justo antes de las vacaciones de Navidad, les anticipo que a la vuelta tendrán que elegir algo que hayan vivido en las Navidades para contarlo por escrito. Puede haber sido un día especial por algún motivo, o quizás tuvieron una experiencia diferente, puede que les apetezca contar una anécdota o simplemente disfrutaron de un día bonito. 
Elegirán un día en el que para ellos fue Navidad, aunque la fecha no coincida con el 25 de diciembre. Lo titularán así: la fecha elegida, día de Navidad.
A continuación les muestro un ejemplo (lo que ellos escriban no tiene por qué ser tan largo ni tener tantas perspectivas):

18 de Diciembre, día de Navidad

Primera perspectiva: Lidia (8 años)
Es martes, 18 de Diciembre. Mamá nos recoge un poco antes del colegio porque vamos a cantar villancicos a los abuelos del asilo.  Vamos corriendo, mientras Ignacio, Miguel y yo merendamos. 
A mí me dan miedo los hospitales, espero que el asilo no sea como uno. No quiero ver sillas de ruedas, ni camillas, ni vendas en la cabeza, ni en la pierna, ni en ningún sitio.  Ni enfermos, claro está. Mamá me dice que no me preocupe, que ella va a estar todo el rato conmigo. 
Cuando llegamos nos juntamos al coro, aunque de niños sólo somos nosotros y Javier.
Virginia me dice:
-        Ya verás qué contentos se van a poner los ancianos, algunos están un poco malitos, pero no pasa nada.
Mamá no me sueltes…
Subimos en el ascensor (que también me da miedo) y cuando se abre la puerta no quiero salir. Hay una señora  sentada con los pies encima de una silla de ruedas sin zapatillas ni nada, la sala está llena de caras arrugadas que nos miran y yo me quiero ir. 
-        “Ande, ande, ande… la marimorena…”
Hay una señora que no deja de mirarme, alarga el brazo y me señala. Menos mal que mi madre se ha puesto en medio.
-        “Pero mira cómo beben los peces en el río…”
Mejor me pongo con Javier. La señora sigue señalándome y trata de decirle algo a mi madre, pero le pasa algo en la boca y no puede hablar. Yo prefiero mirar al papel de los villancicos.
-        “Ya vienen los Reyes, por el arenal, ya le traen al Niño…”
Mi madre se mueve, ¿es que quiere pasearse por la sala como las demás?
-        ¡¿Dónde vas?! Le grito mientras le tiro del brazo para que se quede quieta. 
Ahí está Ignacio cantando, Javier tocando la pandereta y…yo alucino, ¡ahora Miguel se ha puesto en medio de la sala a ver la tele!
-        ¡Mamá! ¡Mira Miguel!
Entonces veo a una señora entusiasmada y dando palmas, los ojos le brillan y parece querer bailar. Hay otra, con un collar de bolas rosas que también se las sabe todas. Un poco más allá dos abuelos… ¿qué es lo que pasa? Empiezan a levantar la voz… ¡pero si se están peleando!! Por lo visto la señora emocionada con las canciones se quería levantar.
-         ¡pues que se apoye en su andador! dice él enfadado porque le ha movido su silla. 

-         “Feliz Navidad, Feliz Navidad, Feliz Navidad prospero año y felicidad…”
Virginia está hablando con una abuela que se llama Manuela. Se sabe una nueva letra y nos la canta.
-        .“…asómate a la ventana, saca medio cuerpo fuera, luego saca el otro medio, verás que torta te pegas.  Pero mira cómo beben los peces…”
Ahora reímos todos ¡qué graciosa Manuela!! 
Ya nos vamos, y cuando estamos en el ascensor veo que Javier tiene unas chocolatinas ¿Quién se las ha dado? ¡Qué bien que las ha compartido!
-         “…desde el fondo del corazón. Feliz Navidad, Feliz Navidad, Feliz Navidad próspero año y felicidad”
Segunda perspectiva: Ignacio (8 años)
Hoy es martes, pero Miguel ha tenido que salir antes de música porque nos vamos al asilo. Vamos con los del coro, aunque no sé si vendrá el padre Chema.
Ya llegamos, hemos tenido que venir andando desde el colegio, bueno casi corriendo. Nos metemos en una cafetería enorme llena de ancianos, pero las del coro dicen que tenemos que cantar por las plantas. Sólo han venido unas madres, un chico que se llama Javier y que va en silla de ruedas, y nosotros.
Cuando llegamos a la sala yo me pongo al lado de una de las guitarras para cantar, me sé todas las canciones y me han dado un papel también con las letras así que lo leo mientras canto. Las del coro se pasean por la sala para acercarse a los ancianos, pero nosotros no, ni los niños ni la madre de Javier ni la mía. 
Los abuelos, me dan pena y me pongo triste.
¡Ala! Mi hermano se ha ido a ver la tele. Se ha puesto justo delante de un señor con unos pantalones que le llegan al sobaco, igual que como le pone el pijama papá a Miguel por las noches para hacerle reír.
-        Por favor, por favor… otra vez lo de  “La Virgen está lavaaaando…” dice una cuando ya nos vamos.
Ahora Virginia se está tronchando de risa, otra señora le está diciendo algo… todos escuchamos con atención. Se sabe otra letra del villancico… 
-        .“…asómate a la ventana, saca medio cuerpo fuera, luego saca el otro medio, verás que torta te pegas.  Pero mira cómo beben los peces…”
¡Qué bueno! Esta me la tengo que aprender y cantársela a mi abuelo. 
 Cuando nos vamos mi madre nos dice que seguro que el Niño Jesús hoy está muy contento con nosotros porque hemos estado acompañando a los ancianos. Nos pregunta que si no sentimos calorcito en el corazón. Pues la verdad es que sí.
Al principio estaba un poco… no sé, un poco… triste, pero ahora estoy muy contento. Le digo a mi madre que ha sido uno de los mejores días de mi vida. 
Tercera perspectiva: Miguel (4 años)
Mamá ha venido a buscarme ya, aunque no ha acabado la música.  ¿Hay merienda? ¿Mucha? ¿Qué has traído? Plátano, me gusta. ¡Bien! polvorón. 
Vamos por la calle, Ignacio se ha subido al muro. Yo también quiero. Se van corriendo.
-        Miguel, vamos, por favor date prisa que no llegamos
Mamá me dice que vamos a cantar villancicos a los abuelos, pero por aquí no es su casa. ¿Pero qué abuelos? Me dice que son otros.
-        Miguel, ya verás qué contentos se van a poner los “abueletes” cuando nos vean y cantemos los villancicos, dice mamá.
La de “Campana sobre campana” me la sé, y la de “Los peces en el río”. 
Estamos ya con los abuelos. Pues no conozco a ninguno. Todos miran. ¡Hay tanta gente! Mamá cantando. Yo… me voy a ver la tele. 
Subimos otra vez al ascensor, pero salimos y más “abueletes”. Mira, un belén, me voy a ver el belén. 
Mamá me llama para que vaya con ella a cantar. 
Me pica la cabeza, me pica la cabeza ¡es que me pica la cabeza!
¡Quiero agua! ¡Quiero agua! ¡Aguaaaa!
Intento ir a un baño pero mamá sale detrás y me dice que ahí no, que tengo que esperar. Me quiero ir.
¡Hay chocolatinas!! Qué bien, me dan. Quiero otra, qué rica. Voy a coger otra…
Cuando salimos mamá me dice que lo he hecho muy bien, que los abuelos se han puesto contentos porque hemos ido a cantar y que ella también está muy contenta. Me pregunta que si estaba asustado. Sí, creo que me daba un poquito de miedo…
¡Nos vamos a casa!

Cuarta perspectiva: mamá (yo misma)
Hoy tengo que recoger a los niños antes para ir al asilo. Mejor aparco abajo porque luego seguro que no hay sitio. Tendremos que bajar andando. ¡Madre mía con lo que tarda Miguel!
Me gusta poder hacer con mis hijos algo diferente en Navidad, aparte de comer y comprar, y que ellos tengan la oportunidad de conocer otras realidades. Cuando las del coro de la parroquia me comentaron que iban a cantar villancicos al asilo, no me lo pensé dos veces.
Aunque no sé si vendrán más niños, me temo que no. Espero que estén bien después de todo. Lidia ya está frunciendo el ceño, no le gustan mucho los ancianos y ahora empieza a decir que si no se parecerá a un hospital.
-¡Pero qué va, hija! ¡No tiene nada que ver!
Cuando al fin llegamos, con la lengua fuera, nos juntamos al coro. Sólo han venido cinco señoras y el hijo de una de ellas, Javier, que tiene una parálisis cerebral y va en una silla de ruedas con mesa. Todos nos saludan muy contentos y celebran nuestra llegada. 
Virginia se acerca cariñosa a los niños y dice:
-        Ya veréis qué contentos se van a poner los ancianos, algunos están un poco malitos, pero no pasa nada.
Pues empezamos bien…
En la cafetería hay bastantes abuelos, pero por lo visto el plan es ir planta por planta, así que nos subimos al ascensor y nos bajamos en la quinta. 
-        ¡Buenas tardes! ¡Venimos a cantar unos villancicos!, dice Virginia todo lo alto que puede y con una sonrisa muy grande cada vez que llegamos a una sala. 
Y empiezan a sonar las guitarras. 
-        “Ande, ande, ande… la marimorena…”
¡Qué impresión! Lo de la cafetería era una cosa pero lo de las plantas es otra.  Agarro fuerte a Lidia. Pues sí que había sillas de ruedas… 
Todos los ancianos están sentados en butacas del mismo color, al lado unos de otros pero sin hablar. Parece un parking de coches esperando para el desguace. Tengo ganas de llorar, sin embargo sonrío; Y canto, lo más alto que puedo, aunque a veces tengo que callar de la emoción. No dejo de acordarme de mi abuela, menos mal que al final no acabó en el asilo, creo que no hubiera podido soportarlo, ni yo tampoco. 
Nos miran, miran sobre todo a los niños. Algunos hasta alargan los brazos para tocarlos, como queriendo tomar prestada un poco de vida, tan abundante al lado de la escasa que se consume en sus cuerpos. Me pongo delante para que Lidia no se asuste.
Esa señora, intenta decirme algo… no le entiendo, no deja de señalar a Lidia. Lo siento, pero no puedo dejar que la toques… lo siento…De todos modos cada vez que va a hablar se le desencaja la mandíbula y no logra hacerse entender… 
-        “Pero mira cómo beben…”
Nunca hemos cantado tan bien, ¡para cuatro gatos que somos! Parece que un coro de ángeles nos acompaña esta tarde. Las de la guitarra van paseándose por toda la sala acercándose a los ancianos y por un momento me vengo arriba y doy un paso. 
-        ¡¿Adónde vas?! Me dice Lidia mientras me agarra
-        A ningún sitio, hija
Mis niños… no sé si he hecho bien en traerles. Lidia tiene miedo. Ignacio no necesita estar a mi lado, pero está tan serio y concentrado que parece que está dando un concierto en el auditorio nacional. 
Y Miguel… ¡anda! Se ha puesto en medio de la sala, qué raro… ¿adónde va? La tele, claro….
Ahora se pone a jugar con el belén, me parece que no quiere mirar…Se rasca la cabeza nervioso y se sienta enfurruscado… está asustado…
¡¡Que se va!! ¡No, no! ¡A ese baño (tan sucio) no!
Algunos ancianos dan palmas, se les ilumina la mirada, parecen recordar tiempos mejores… ¡se muestran tan agradecidos! claro que hay quien sigue con la mirada perdida, y algunos no sonríen ni por casualidad, la fiesta no va con ellos.
Ahora otra señora en silla de ruedas se acerca a Javier y está empeñada en hacerle la señal de la cruz en la frente. Entonces sus sillas quedan enganchadas y, cuando quiere irse, la de Javier va detrás ¡parece que están bailando un vals!
Virginia se ríe a carcajadas
-        ¿Cómo se llama usted?, le pregunta Virginia a una señora
-        ¿No se acuerda? Insiste Virginia
La señora contesta muy bajito, casi no le oímos
-        ¡Ah! sí, sí, ¡Manuela!! ¡Se llama Manuela! Dice Virginia y repite la letra del villancico que se sabe la señora
Bien, Ignacio al fin se ríe, Lidia también. De hecho se parten de risa.
¡Cuántas emociones en tan sólo una hora! Antes de marchar nos hacemos una foto de recuerdo junto al árbol, y nos vamos de allí con una sonrisa, y con las chocolatinas. Hoy, agradecida de haber tenido el privilegio de acercarme al pesebre en el que nace el Niño Dios, me doy cuenta de que es Navidad.



CREACIÓN DE POESÍA

Trabajamos la rima formando pareados. Hay que seguir la estructura lógica de la frase y en la medida de lo posible seguir también el ritmo. Esta actividad la vamos a trabajar de forma conjunta con  la siguiente, la del drama. Lo que vamos a proponer a los niños es que en la creación dramática que van a inventar incluyan una pequeña canción formada con pareados. Esta canción tendrá que ver con lo que se venga tratando en la obra que estén creando. Incluimos dos pequeñas canciones en el ejemplo que mostramos de creación dramática. 

Aunque hay muchos recursos para trabajar la poesía, y no es necesario que ésta rime, me he decidido por el recurso de los pareados para que puedan incluirlo en su obra de teatro.



CREACIÓN DRAMÁTICA


Proponemos la creación de un drama, una pequeña obra de teatro. Para ello deberán inventar una pequeña historia, con sus personajes a los que darán voz. Dentro de la creación incluirán una canción en la que trabajarán las rimas.


El ejemplo que les muestro es una obra pensada para representar con títeres, pues a mí me gusta como recurso educativo, pero ellos pueden elegir otro formato si desean. Esta actividad la trabajarán en grupos de cuatro.


Para dinamizar la actividad y que empiecen a fluir ideas se comenzará inventando un título que contenga algún elemento absurdo poniendo dos elementos, que no tengan que ver entre sí, en relación.  En nuestro ejemplo los elementos son “tienda” y “lunares”, una tienda que vende lunares.


Después de escribir la obra deberán realizar algunas ilustraciones con el fin de elaborar un libro que formará parte de la biblioteca de aula.


La tienda de lunares


(Teatro de títeres)





Primera escena: Una calle ajetreada con gente que va a comprar. Hay tiendas diferentes, entre ellas la tienda de lunares.

Mamá de Palucha: Vamos, vamos, Palucha no te entretengas.

La mamá de Palucha sigue caminando, pero Palucha se queda atrás mirando un escaparate. La madre se vuelve buscando a su hija.

Mamá de Palucha: ¿Palucha?  ¡¡Pero Palucha! !
Palucha: ¡Mamá, mamá!… ¡Es la tienda de lunares!
Mamá de Palucha: ¡La tienda de lunares!
La madre de Palucha se acerca a ver el escaparate
Palucha: ¡Quiero un vestido de lunares, de colores, para mi fiesta de cumpleaños! Por favor, por favor, por favor….
Mamá de Palucha: ¡Oh! ¡Qué bonito! Mira ese sombrero, ¡y ese bolso! No me vendría nada mal…
Otros transeúntes se acercan también a mirar el escaparate
Pollo: ¡Mira! ¡Plumas de lunares!
Cabezón: Pues a mí me encanta el naranja, ese  grande que parece tan suave
Palucha: ¡los rosas, los rosas!!!
Volantes: Lo que daría por tener un vestido de flamenca llenito de esos lunares tan bonitos…
Todos cantan una canción
“El maestro Pin, la señora Pon-pon, 
tienen una tienda llena de color.
Todas las variedades a precios ideales,
pintan y cosen a mano los lunares.
Puntos originales y diseños geniales,
vienen a la tienda de todos los lugares.
Si llueve o sale el sol, en cualquier ocasión,
la tienda de Pin y la señora Pon-pon “









Segunda escena: En el interior de la tienda de lunares
Señora Pon-pon: ¡Buenos días! ¿Qué desean?
Palucha: necesitamos lunares rosas, muchos… grandes, medianos y pequeños. Y también de colores para mi fiesta de cumpleaños, estos últimos blanditos por favor.
Madre de Palucha: Ese sombrero tan bonito ¿Está hecho a mano?
Señora Pon-pon: ¡Por supuesto!! El señor Pin diseña todos los lunares, los recorta y los cose él mismo. 
Madre de Palucha: Y ese bolso ¿puedo verlo?
Señor Pin: Pues claro. ¿Le gusta señora? Estos lunares son adhesivos, de forma que puede personalizar el bolso usted misma.
Madre de Palucha: ¡qué maravilla! Me llevo el bolso y el sombrero. Póngame también unos rosas para hacer un vestido a la niña. ¡Ah! y los de colores para la fiesta de cumpleaños.
Señora Pon-pon: Enseguida señora.
(La señora Pon-pon mete los encargos en una caja y se la da a la madre de Palucha)
Madre de Palucha: Muchas gracias, muy amable. Que tenga usted un buen día
Señor Pin y Señora Pon-pon: Gracias, igualmente. ¡Hasta la próxima!
Señora Pon-pon: ¿Pin?
Señor Pin: ¿Sí Pon-pon?
Señora Pon-pon: Nos estamos quedando sin cajas, deberíamos ir a la tienda de Cuadratix
Señor Pin: Iré yo mismo, hace una mañana espléndida y de paso me daré un paseo
Señora Pon-Pon: Hasta luego Pin
Señor Pin: Adiós Pon-pon





Tercera escena: La tienda de cajas. Allí están Cuadratix y su perro Escocés

Señor Pin: ¡Buenos días Cuadratix!
Cuadratix: Muy buenos señor Pin. ¿Qué le trae por aquí?
Señor Pin: Me estoy quedando sin cajas y qué mejor ocasión para hacer una visita a mi amigo
Cuadratix: Yo también me alegro de verte Pin. ¿Qué tipo de cajas necesitas?
Señor Pin: Mándame un surtido de todos los tamaños. Cuadratix, en ningún sitio he encontrado tanta variedad de cajas como en tu tienda, y de buenísima calidad ¿eh? Sin duda, es el estuche perfecto, la mejor forma de empaquetar mis lunares. 
Cuadratix: Escocés, vete a preparar el pedido del señor Pin por favor. Muy bien amigo, esta misma tarde tendrás las cajas en tu tienda.
Señor Pin: ¡qué eficacia Cuadratix! Vuelvo entonces a mi trabajo 
Cuadratix: Adiós, adiós…
(desaparece el señor Pin)
Cuadratix (murmurando): “estuche”… 
Cuadratix (imitando la voz del Señor Pin haciendo burla): “la mejor forma de empaquetar mis lunares”
Cuadratix: Algún día… algún día serán mis cajas las que se pongan de moda y la gente hará cola para comprarlas; Entonces seré yo el que vaya a tu tienda y tus ridículos lunares servirán de envoltorio para mis perfectas cajas. 






Cuarta escena: La gente haciendo cola en la tienda de Cuadratix. Todos vestidos con cajas blancas
Pollo: Hola Palucha
Palucha: Hola Pollo
Palucha: Mamá, también quiero unos zapatos de caja, como los de Pollo, mira qué bonitos
Mamá de Palucha: Aún te valen los de lunares Palucha
Palucha: ¿Estás de broma? Ya no tengo edad para esas cosas, se reirán de mí 
Cabezón: Si es que ya no se llevan, señora. 
Madre de Palucha: Bueno, es verdad que las cajas son más elegantes y discretas, pero para niños… 
Palucha (enfadada): ¡¡Ya no soy una niña!! Y voy llamando la atención con esos lunares
Cabezón: Oye Pollo, ¡no te cueles!
Pollo: ¿yo?
Cuadratix: Tranquilos, tranquilos, hay para todos… por algo nos llaman los “cajudos”. Tenemos más de 100 máquinas  trabajando sin parar y produciendo en cadena.
Cabezón: Ya pero estoy yo
Madre de Palucha: no señor, no señor, la niña lleva un buen rato en la cola…
(Todos se dan empujones)
Quinta escena: Pin-Pon jugando en la tienda de lunares
Señora Pon-pon: Pin-Pon hija, deja eso, ya sabes que a tu padre no le gusta que juegues con los lunares del trabajo
Señor Pin: Deja a la niña. Tenemos sacos y sacos de lunares que ya nadie quiere ni sabe apreciar. 
Pin-Pon: Gracias papá, a mí me gustan. De hecho ¡Me encantan!
(Pin-Pon juega a recortar, a pegar y a coser con los lunares)
(Mientras tanto entra en escena Cabezón vestido con una caja)
Señor Pin y señora Pon-pon: Buenas tardes Cabezón
Cabezón: Buenas señor Pin, Buenas señora Pon-pon, ¿Qué tal Pin-Pon?
Señora Pon-pon: Siéntese, siéntese Cabezón
(Cabezón se sienta en la silla donde estaba jugando Pin-pon y donde se ha dejado unos cuantos lunares)
Cabezón: Bueno pues esta es la oferta de la que les hablé, estoy dispuesto a quedarme con este local si ustedes deciden cerrar la tienda
Señor pin: bien Cabezón, déjenos pensarlo unos días
Cabezón: Pues claro Pin, no hay prisa
Señora Pon-pon: Gracias Cabezón, consideraremos su oferta
Cabezón (mientras se levanta con unos lunares pegados): Pues no se hable más, espero su respuesta. Adiós, adiós.




Sexta escena: la calle llena de gente, todos siguen vestidos de caja, excepto cabezón que además de caja lleva los lunares que se le pegaron en la tienda
Madre de Palucha (Al ver a cabezón por detrás): Cabezón, está usted esta mañana elegantísimo
Cabezón (sorprendido): Gracias señora
Pollo: Hace una foto a cabezón
(Desaparece cabezón)
Pollo (en una tele): pues sí han oído bien, se vuelven a llevar los lunares
(Desaparece Pollo)
Palucha: ¡quiero lunares, quiero lunares!
Madre de Palucha: Palucha…
(Desaparecen Palucha y su madre)
Aparece de nuevo Pollo  y Cabezón vestidos de caja pero con algún accesorio de lunares que les cuelga de alguna parte
Cabezón: Me encanta tu foulard Pollo
Pollo: Sí, gracias Cabezón, es un diseño exclusivo y único.  
(Aparecen Palucha y su madre ataviadas también con lunares pegados y colgando de sus cajas formando distintos diseños)
Palucha: mamá, ¿sabes que el collar que llevas se lo ha inventado Pin-pon?
Madre de Palucha: ¿Tu amiga Pin-pon?
Palucha: Ahora ayuda a sus padres en la tienda. Es la encargada del departamento de complementos.
Madre de Palucha: Pues verdaderamente son preciosos
Pollo: sí, incluso Cuadratix compra sus obras de arte para decorar sus cajas
Cabezón: Pues yo en la oficina me pongo cajas, son más formales,  pero en cuanto salgo…
Todos cantan:
“Cada cual que vista a su manera,
que lleve lo que quiera.
Con lunares, con cuadros o con rayas, 
lo que les venga en  gana.
Ser tú mismo es lo que cuenta,
disfruta cuanto puedas,
haciendo lo que te gusta
y no tengas pelusa;
Pues somos distintos y especiales
todos originales,
importante es lo que tu sientes
no lo que dice la gente.”
(Desaparecen todos los personajes)






Séptima escena: Salen la señora Pon-pon, el señor Pin, su hija Pin-pon, Cuadratix y su perro Escocés)
Voz en off: Señoras y señores, bienvenidos a una nueva edición de la pasarela Cascabeles. En este mismo momento damos por comenzada la famosa Fashion Week en la que los mejores diseñadores del mundo presentarán sus últimos trabajos y colecciones.
Cuadratix: Hola Pin, hola Pon-pon, ¿qué tal Pin-pon?
Pin, Pon-pon, Pin-pon: Hola cuadratix, hola Escocés
(Empiezan a   desfilar los personajes con distintos diseños de cajas, lunares y cajas con lunares. Se oye una música de fondo)
Cuadratix: Bonitos lunares
Pin: Bonitas cajas
Cuadratix: Me encanta tu nueva colección
Pin: Gracias Cuadratix
Pon-pon: Tus cajas son siempre perfectas, un trabajo impecable
Cuadratix: Gracias Pon-Pon
(Desaparecen el señor Pin, la señora Pon-pon, Pin-pon, Cuadratix y Escocés mientras siguen desfilando los demás. Luego vuelven a salir a escena para sumarse a la pasarela y mostrar diferentes vestidos. Se escucha la música más alta mientras desfilan. Luego salen haciendo la conga y con un cartel que dice “Fin” y se cierra el telón)
Por debajo del telón se asoma Pin-pon y tira confeti
Pin-pon: ¡Adiós!





Fin
El libro







CONCLUSIÓN


La creación literaria forma parte del aprendizaje de los niños dentro del trabajo de literatura. Desde mi punto de vista, es lo más difícil de lograr, lo más elaborado, ahí donde pueden poner a prueba todo lo que van aprendiendo en el área de lengua y literatura. También es donde se permite la creatividad, la expresividad, el mostrar y compartir con otros  lo uno lleva dentro,  lo que le importa, lo que siente… Es también un espacio de juego y disfrute.


Sin embargo esta parcela de aprendizaje a menudo queda descuidada, o no se le presta suficiente atención, o se acaba convirtiendo en una corrección de estructuras gramaticales y faltas de ortografía sin más, perdiendo toda la gracia que puede tener.

Me encanta la idea sugerida por Irune de crear un pequeño  club de lectura y de escritores en clase, así como la importancia que da a que se lean los escritos a los compañeros, de forma que reciban un aplauso y un feedback que les ayude a mejorar, pero que no esté centrado en una nota académica. Comparto también la necesidad de dedicar un tiempo semanal a trabajar la creación literaria.

Me parecen muy interesantes todos los recursos aportados en el material complementario de la asignatura. Además de contemplar los tres géneros literarios, son atractivos, variados y divertidos para los niños; Ayudan a dejar volar la imaginación y a lograr resultados bonitos de forma que los niños vean que ellos también son capaces de realizar creaciones literarias interesantes. Sin duda los incorporaré en mi trabajo.

Me ha resultado especialmente atractivo el poder trabajar la poesía con niños, y también el drama. Este último me parece que da mucho juego en cuanto a creación literaria y artística, memorización y expresión oral si se llega a la puesta en escena.

Por último, el poder recoger la creación en un libro que forme parte de la biblioteca del aula me parece algo maravilloso y un elemento muy motivador para los alumnos.



BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA


Labajo, Irune. Catálogo de actividades para la creación literaria

Labajo, Irune. El pensamiento poético en la infancia

Labajo, Irune. La gramática de la fantasía

Rodari, Gianni. Gramática de la fantasía

Mejía García, Perucho. El títere, un objeto animado en el espacio escénico. Bellas Artes, Institución Universitaria del Valle

Santagostino, Paola. Cómo contar y cuento e inventarse cientos. Ediciones Obelisco

www.makingbooks.com