Cuando pidamos
a los niños que escriban o redacten, es necesario especificar qué queremos que
hagan ya sea un cuento, una descripción de algo, expresar sentimientos, contar
lo que han hecho…) y además decir qué género queremos (prosa, poesía o teatro).
Además,
debemos mostrarles un ejemplo, darles un modelo, por ejemplo de algo que haya
escrito un niño de su edad o de algo que el mismo profesor haya escrito para la
tarea propuesta. Por supuesto, habremos de tener en cuenta su edad y sus
posibilidades en cuanto a vocabulario y estructuras gramaticales.
Les daremos
un margen adecuado para elaborar los escritos, y les daremos herramientas para
que poco a poco sus producciones tengan más calidad. Por ejemplo, podemos
enseñarles a planificar lo que quieren decir haciendo un pequeño esquema,
podemos mostrarles recursos literarios (metáforas, hipérboles, comparaciones…),
proponerles dinámicas para crear.
Las
correcciones que se hagan de los escritos no tendrán por objeto una
calificación sino el que el alumno mejore sus escritos a medida que va
trabajando.
Una vez que
el alumno nos muestre lo que ha escrito, hacemos una primera corrección
(ortografía, poner más verbos, estructura gramatical, explicar mejor…). Después
le pedimos que lo pase a limpio y que haga un dibujo.
En nuestras
clases dedicaremos 30 min a la semana a trabajar la producción literaria, y los
alumnos leerán lo que han escrito en clase.
En esta
entrada voy a hacer tres propuestas de creación literaria para trabajar con
niños
CREACIÓN DE PROSA
Esta
actividad está planteada para el Tercer Ciclo de Primaria. Utilizaremos la
técnica de “Varias perspectivas”, con la que se pretende contar la misma
historia desde perspectivas diferentes según los personajes.
Como estamos
justo antes de las vacaciones de Navidad, les anticipo que a la vuelta tendrán
que elegir algo que hayan vivido en las Navidades para contarlo por escrito.
Puede haber sido un día especial por algún motivo, o quizás tuvieron una
experiencia diferente, puede que les apetezca contar una anécdota o simplemente
disfrutaron de un día bonito.
Elegirán un
día en el que para ellos fue Navidad, aunque la fecha no coincida con el 25 de
diciembre. Lo titularán así: la fecha elegida, día de Navidad.
A
continuación les muestro un ejemplo (lo que ellos escriban no tiene por qué ser
tan largo ni tener tantas perspectivas):
18 de Diciembre, día de Navidad
Primera perspectiva:
Lidia (8 años)
Es martes,
18 de Diciembre. Mamá nos recoge un poco antes del colegio porque vamos a
cantar villancicos a los abuelos del asilo.
Vamos corriendo, mientras Ignacio, Miguel y yo merendamos.
A mí me dan
miedo los hospitales, espero que el asilo no sea como uno. No quiero ver sillas
de ruedas, ni camillas, ni vendas en la cabeza, ni en la pierna, ni en ningún
sitio. Ni enfermos, claro está. Mamá me
dice que no me preocupe, que ella va a estar todo el rato conmigo.
Cuando
llegamos nos juntamos al coro, aunque de niños sólo somos nosotros y Javier.
Virginia me
dice:
-
Ya
verás qué contentos se van a poner los ancianos, algunos están un poco malitos,
pero no pasa nada.
Mamá no me
sueltes…
Subimos en
el ascensor (que también me da miedo) y cuando se abre la puerta no quiero salir.
Hay una señora sentada con los pies
encima de una silla de ruedas sin zapatillas ni nada, la sala está llena de
caras arrugadas que nos miran y yo me quiero ir.
-
“Ande, ande, ande… la marimorena…”
Hay una
señora que no deja de mirarme, alarga el brazo y me señala. Menos mal que mi
madre se ha puesto en medio.
-
“Pero mira cómo beben los peces en el
río…”
Mejor me
pongo con Javier. La señora sigue señalándome y trata de decirle algo a mi
madre, pero le pasa algo en la boca y no puede hablar. Yo prefiero mirar al
papel de los villancicos.
-
“Ya vienen los Reyes, por el arenal,
ya le traen al Niño…”
Mi madre se
mueve, ¿es que quiere pasearse por la sala como las demás?
-
¡¿Dónde
vas?! Le grito mientras le tiro del brazo para que se quede quieta.
Ahí está
Ignacio cantando, Javier tocando la pandereta y…yo alucino, ¡ahora Miguel se ha
puesto en medio de la sala a ver la tele!
-
¡Mamá!
¡Mira Miguel!
Entonces veo
a una señora entusiasmada y dando palmas, los ojos le brillan y parece querer
bailar. Hay otra, con un collar de bolas rosas que también se las sabe todas.
Un poco más allá dos abuelos… ¿qué es lo que pasa? Empiezan a levantar la voz…
¡pero si se están peleando!! Por lo visto la señora emocionada con las
canciones se quería levantar.
-
¡pues que se apoye en su andador! dice él
enfadado porque le ha movido su silla.
-
“Feliz Navidad, Feliz Navidad, Feliz Navidad
prospero año y felicidad…”
Virginia
está hablando con una abuela que se llama Manuela. Se sabe una nueva letra y
nos la canta.
-
.“…asómate a la ventana, saca medio cuerpo
fuera, luego saca el otro medio, verás que torta te pegas. Pero mira cómo beben los peces…”
Ahora reímos
todos ¡qué graciosa Manuela!!
Ya nos
vamos, y cuando estamos en el ascensor veo que Javier tiene unas chocolatinas
¿Quién se las ha dado? ¡Qué bien que las ha compartido!
-
“…desde el fondo del corazón. Feliz Navidad,
Feliz Navidad, Feliz Navidad próspero año y felicidad”
Segunda perspectiva: Ignacio (8 años)
Hoy es
martes, pero Miguel ha tenido que salir antes de música porque nos vamos al
asilo. Vamos con los del coro, aunque no sé si vendrá el padre Chema.
Ya llegamos,
hemos tenido que venir andando desde el colegio, bueno casi corriendo. Nos metemos
en una cafetería enorme llena de ancianos, pero las del coro dicen que tenemos
que cantar por las plantas. Sólo han venido unas madres, un chico que se llama
Javier y que va en silla de ruedas, y nosotros.
Cuando
llegamos a la sala yo me pongo al lado de una de las guitarras para cantar, me
sé todas las canciones y me han dado un papel también con las letras así que lo
leo mientras canto. Las del coro se pasean por la sala para acercarse a los
ancianos, pero nosotros no, ni los niños ni la madre de Javier ni la mía.
Los abuelos,
me dan pena y me pongo triste.
¡Ala! Mi
hermano se ha ido a ver la tele. Se ha puesto justo delante de un señor con
unos pantalones que le llegan al sobaco, igual que como le pone el pijama papá
a Miguel por las noches para hacerle reír.
-
Por
favor, por favor… otra vez lo de “La
Virgen está lavaaaando…” dice una cuando ya nos vamos.
Ahora
Virginia se está tronchando de risa, otra señora le está diciendo algo… todos
escuchamos con atención. Se sabe otra letra del villancico…
-
.“…asómate a la ventana, saca medio cuerpo
fuera, luego saca el otro medio, verás que torta te pegas. Pero mira cómo beben los peces…”
¡Qué bueno!
Esta me la tengo que aprender y cantársela a mi abuelo.
Cuando nos vamos mi madre nos dice que seguro
que el Niño Jesús hoy está muy contento con nosotros porque hemos estado
acompañando a los ancianos. Nos pregunta que si no sentimos calorcito en el
corazón. Pues la verdad es que sí.
Al principio
estaba un poco… no sé, un poco… triste, pero ahora estoy muy contento. Le digo
a mi madre que ha sido uno de los mejores días de mi vida.
Tercera perspectiva:
Miguel (4 años)
Mamá ha
venido a buscarme ya, aunque no ha acabado la música. ¿Hay merienda? ¿Mucha? ¿Qué has traído?
Plátano, me gusta. ¡Bien! polvorón.
Vamos por la
calle, Ignacio se ha subido al muro. Yo también quiero. Se van corriendo.
-
Miguel,
vamos, por favor date prisa que no llegamos
Mamá me dice
que vamos a cantar villancicos a los abuelos, pero por aquí no es su casa.
¿Pero qué abuelos? Me dice que son otros.
-
Miguel,
ya verás qué contentos se van a poner los “abueletes” cuando nos vean y
cantemos los villancicos, dice mamá.
La de “Campana
sobre campana” me la sé, y la de “Los peces en el río”.
Estamos ya
con los abuelos. Pues no conozco a ninguno. Todos miran. ¡Hay tanta gente! Mamá
cantando. Yo… me voy a ver la tele.
Subimos otra
vez al ascensor, pero salimos y más “abueletes”. Mira, un belén, me voy a ver
el belén.
Mamá me
llama para que vaya con ella a cantar.
Me pica la
cabeza, me pica la cabeza ¡es que me pica la cabeza!
¡Quiero
agua! ¡Quiero agua! ¡Aguaaaa!
Intento ir a
un baño pero mamá sale detrás y me dice que ahí no, que tengo que esperar. Me
quiero ir.
¡Hay chocolatinas!!
Qué bien, me dan. Quiero otra, qué rica. Voy a coger otra…
Cuando
salimos mamá me dice que lo he hecho muy bien, que los abuelos se han puesto
contentos porque hemos ido a cantar y que ella también está muy contenta. Me
pregunta que si estaba asustado. Sí, creo que me daba un poquito de miedo…
¡Nos vamos a
casa!
Cuarta perspectiva:
mamá (yo misma)
Hoy tengo
que recoger a los niños antes para ir al asilo. Mejor aparco abajo porque luego
seguro que no hay sitio. Tendremos que bajar andando. ¡Madre mía con lo que
tarda Miguel!
Me gusta
poder hacer con mis hijos algo diferente en Navidad, aparte de comer y comprar,
y que ellos tengan la oportunidad de conocer otras realidades. Cuando las del
coro de la parroquia me comentaron que iban a cantar villancicos al asilo, no
me lo pensé dos veces.
Aunque no sé
si vendrán más niños, me temo que no. Espero que estén bien después de todo.
Lidia ya está frunciendo el ceño, no le gustan mucho los ancianos y ahora
empieza a decir que si no se parecerá a un hospital.
-¡Pero qué va, hija! ¡No tiene nada que ver!
Cuando al
fin llegamos, con la lengua fuera, nos juntamos al coro. Sólo han venido cinco
señoras y el hijo de una de ellas, Javier, que tiene una parálisis cerebral y
va en una silla de ruedas con mesa. Todos nos saludan muy contentos y celebran
nuestra llegada.
Virginia se
acerca cariñosa a los niños y dice:
-
Ya
veréis qué contentos se van a poner los ancianos, algunos están un poco
malitos, pero no pasa nada.
Pues
empezamos bien…
En la
cafetería hay bastantes abuelos, pero por lo visto el plan es ir planta por
planta, así que nos subimos al ascensor y nos bajamos en la quinta.
-
¡Buenas
tardes! ¡Venimos a cantar unos villancicos!, dice Virginia todo lo alto que
puede y con una sonrisa muy grande cada vez que llegamos a una sala.
Y empiezan a
sonar las guitarras.
-
“Ande, ande, ande… la marimorena…”
¡Qué
impresión! Lo de la cafetería era una cosa pero lo de las plantas es otra. Agarro fuerte a Lidia. Pues sí que había
sillas de ruedas…
Todos los
ancianos están sentados en butacas del mismo color, al lado unos de otros pero
sin hablar. Parece un parking de coches esperando para el desguace. Tengo ganas
de llorar, sin embargo sonrío; Y canto, lo más alto que puedo, aunque a veces
tengo que callar de la emoción. No dejo de acordarme de mi abuela, menos mal
que al final no acabó en el asilo, creo que no hubiera podido soportarlo, ni yo
tampoco.
Nos miran,
miran sobre todo a los niños. Algunos hasta alargan los brazos para tocarlos,
como queriendo tomar prestada un poco de vida, tan abundante al lado de la
escasa que se consume en sus cuerpos. Me pongo delante para que Lidia no se
asuste.
Esa señora,
intenta decirme algo… no le entiendo, no deja de señalar a Lidia. Lo siento,
pero no puedo dejar que la toques… lo siento…De todos modos cada vez que va a
hablar se le desencaja la mandíbula y no logra hacerse entender…
-
“Pero mira cómo beben…”
Nunca hemos
cantado tan bien, ¡para cuatro gatos que somos! Parece que un coro de ángeles
nos acompaña esta tarde. Las de la guitarra van paseándose por toda la sala
acercándose a los ancianos y por un momento me vengo arriba y doy un paso.
-
¡¿Adónde
vas?! Me dice Lidia mientras me agarra
-
A
ningún sitio, hija
Mis niños…
no sé si he hecho bien en traerles. Lidia tiene miedo. Ignacio no necesita estar
a mi lado, pero está tan serio y concentrado que parece que está dando un
concierto en el auditorio nacional.
Y Miguel…
¡anda! Se ha puesto en medio de la sala, qué raro… ¿adónde va? La tele, claro….
Ahora se pone
a jugar con el belén, me parece que no quiere mirar…Se rasca la cabeza nervioso
y se sienta enfurruscado… está asustado…
¡¡Que se
va!! ¡No, no! ¡A ese baño (tan sucio) no!
Algunos
ancianos dan palmas, se les ilumina la mirada, parecen recordar tiempos mejores…
¡se muestran tan agradecidos! claro que hay quien sigue con la mirada perdida,
y algunos no sonríen ni por casualidad, la fiesta no va con ellos.
Ahora otra
señora en silla de ruedas se acerca a Javier y está empeñada en hacerle la
señal de la cruz en la frente. Entonces sus sillas quedan enganchadas y, cuando
quiere irse, la de Javier va detrás ¡parece que están bailando un vals!
Virginia se
ríe a carcajadas
-
¿Cómo
se llama usted?, le pregunta Virginia a una señora
-
¿No
se acuerda? Insiste Virginia
La señora
contesta muy bajito, casi no le oímos
-
¡Ah!
sí, sí, ¡Manuela!! ¡Se llama Manuela! Dice Virginia y repite la letra del
villancico que se sabe la señora
Bien, Ignacio
al fin se ríe, Lidia también. De hecho se parten de risa.
¡Cuántas
emociones en tan sólo una hora! Antes de marchar nos hacemos una foto de
recuerdo junto al árbol, y nos vamos de allí con una sonrisa, y con las
chocolatinas. Hoy, agradecida de haber tenido el privilegio de acercarme al
pesebre en el que nace el Niño Dios, me doy cuenta de que es Navidad.
CREACIÓN DE POESÍA
Trabajamos la
rima formando pareados. Hay que seguir la estructura lógica de la frase y en la
medida de lo posible seguir también el ritmo. Esta actividad la vamos a
trabajar de forma conjunta con la
siguiente, la del drama. Lo que vamos a proponer a los niños es que en la creación
dramática que van a inventar incluyan una pequeña canción formada con pareados.
Esta canción tendrá que ver con lo que se venga tratando en la obra que estén
creando. Incluimos dos pequeñas canciones en el ejemplo que mostramos de
creación dramática.
Aunque hay muchos recursos para trabajar la poesía, y no es necesario que ésta rime, me he decidido por el recurso de los pareados para que puedan incluirlo en su obra de teatro.
El libroAunque hay muchos recursos para trabajar la poesía, y no es necesario que ésta rime, me he decidido por el recurso de los pareados para que puedan incluirlo en su obra de teatro.
CREACIÓN DRAMÁTICA
Proponemos la
creación de un drama, una pequeña obra de teatro. Para ello deberán inventar
una pequeña historia, con sus personajes a los que darán voz. Dentro de la
creación incluirán una canción en la que trabajarán las rimas.
El ejemplo
que les muestro es una obra pensada para representar con títeres, pues a mí me
gusta como recurso educativo, pero ellos pueden elegir otro formato si desean.
Esta actividad la trabajarán en grupos de cuatro.
Para
dinamizar la actividad y que empiecen a fluir ideas se comenzará inventando un
título que contenga algún elemento absurdo poniendo dos elementos, que no
tengan que ver entre sí, en relación. En
nuestro ejemplo los elementos son “tienda” y “lunares”, una tienda que vende
lunares.
Después de
escribir la obra deberán realizar algunas ilustraciones con el fin de elaborar
un libro que formará parte de la biblioteca de aula.
La tienda de lunares
Primera escena: Una calle ajetreada con gente que va a comprar. Hay tiendas diferentes,
entre ellas la tienda de lunares.
Mamá de
Palucha: Vamos, vamos, Palucha no te entretengas.
La mamá de
Palucha sigue caminando, pero Palucha se queda atrás mirando un escaparate. La
madre se vuelve buscando a su hija.
Mamá de
Palucha: ¿Palucha? ¡¡Pero Palucha! !
Palucha:
¡Mamá, mamá!… ¡Es la tienda de lunares!
Mamá de
Palucha: ¡La tienda de lunares!
La madre de
Palucha se acerca a ver el escaparate
Palucha:
¡Quiero un vestido de lunares, de colores, para mi fiesta de cumpleaños! Por
favor, por favor, por favor….
Mamá de
Palucha: ¡Oh! ¡Qué bonito! Mira ese sombrero, ¡y ese bolso! No me vendría nada
mal…
Otros
transeúntes se acercan también a mirar el escaparate
Pollo:
¡Mira! ¡Plumas de lunares!
Cabezón:
Pues a mí me encanta el naranja, ese grande que parece tan suave
Palucha:
¡los rosas, los rosas!!!
Volantes: Lo
que daría por tener un vestido de flamenca llenito de esos lunares tan bonitos…
Todos cantan
una canción
“El maestro Pin, la señora Pon-pon,
tienen una tienda llena de color.
Todas las variedades a precios ideales,
pintan y cosen a mano los lunares.
Puntos originales y diseños geniales,
vienen a la tienda de todos los lugares.
Si llueve o sale el sol, en cualquier ocasión,
la tienda de Pin y la señora Pon-pon “
Segunda escena: En el interior de la tienda de lunares
Señora Pon-pon: ¡Buenos días! ¿Qué desean?
Palucha:
necesitamos lunares rosas, muchos… grandes, medianos y pequeños. Y también de
colores para mi fiesta de cumpleaños, estos últimos blanditos por favor.
Madre de
Palucha: Ese sombrero tan bonito ¿Está hecho a mano?
Señora
Pon-pon: ¡Por supuesto!! El señor Pin diseña todos los lunares, los recorta y
los cose él mismo.
Madre de
Palucha: Y ese bolso ¿puedo verlo?
Señor Pin:
Pues claro. ¿Le gusta señora? Estos lunares son adhesivos, de forma que puede
personalizar el bolso usted misma.
Madre de
Palucha: ¡qué maravilla! Me llevo el bolso y el sombrero. Póngame también unos
rosas para hacer un vestido a la niña. ¡Ah! y los de colores para la fiesta de
cumpleaños.
Señora
Pon-pon: Enseguida señora.
(La señora
Pon-pon mete los encargos en una caja y se la da a la madre de Palucha)
Madre de
Palucha: Muchas gracias, muy amable. Que tenga usted un buen día
Señor Pin y
Señora Pon-pon: Gracias, igualmente. ¡Hasta la próxima!
Señora
Pon-pon: ¿Pin?
Señor Pin:
¿Sí Pon-pon?
Señora
Pon-pon: Nos estamos quedando sin cajas, deberíamos ir a la tienda de Cuadratix
Señor Pin:
Iré yo mismo, hace una mañana espléndida y de paso me daré un paseo
Señora
Pon-Pon: Hasta luego Pin
Señor Pin:
Adiós Pon-pon
Tercera escena: La tienda de cajas. Allí están Cuadratix y su perro Escocés
Señor Pin: ¡Buenos días Cuadratix!
Tercera escena: La tienda de cajas. Allí están Cuadratix y su perro Escocés
Señor Pin: ¡Buenos días Cuadratix!
Cuadratix:
Muy buenos señor Pin. ¿Qué le trae por aquí?
Señor Pin:
Me estoy quedando sin cajas y qué mejor ocasión para hacer una visita a mi
amigo
Cuadratix:
Yo también me alegro de verte Pin. ¿Qué tipo de cajas necesitas?
Señor Pin:
Mándame un surtido de todos los tamaños. Cuadratix, en ningún sitio he
encontrado tanta variedad de cajas como en tu tienda, y de buenísima calidad
¿eh? Sin duda, es el estuche perfecto, la mejor forma de empaquetar mis
lunares.
Cuadratix:
Escocés, vete a preparar el pedido del señor Pin por favor. Muy bien amigo,
esta misma tarde tendrás las cajas en tu tienda.
Señor Pin:
¡qué eficacia Cuadratix! Vuelvo entonces a mi trabajo
Cuadratix:
Adiós, adiós…
(desaparece
el señor Pin)
Cuadratix
(murmurando): “estuche”…
Cuadratix
(imitando la voz del Señor Pin haciendo burla): “la mejor forma de empaquetar
mis lunares”
Cuadratix:
Algún día… algún día serán mis cajas las que se pongan de moda y la gente hará
cola para comprarlas; Entonces seré yo el que vaya a tu tienda y tus ridículos
lunares servirán de envoltorio para mis perfectas cajas.






Cuarta escena: La gente haciendo cola en la tienda de Cuadratix. Todos vestidos con
cajas blancas
Pollo: Hola
Palucha
Palucha:
Hola Pollo
Palucha:
Mamá, también quiero unos zapatos de caja, como los de Pollo, mira qué bonitos
Mamá de
Palucha: Aún te valen los de lunares Palucha
Palucha:
¿Estás de broma? Ya no tengo edad para esas cosas, se reirán de mí
Cabezón: Si
es que ya no se llevan, señora.
Madre de
Palucha: Bueno, es verdad que las cajas son más elegantes y discretas, pero
para niños…
Palucha
(enfadada): ¡¡Ya no soy una niña!! Y voy llamando la atención con esos lunares
Cabezón: Oye
Pollo, ¡no te cueles!
Pollo: ¿yo?
Cuadratix:
Tranquilos, tranquilos, hay para todos… por algo nos llaman los “cajudos”.
Tenemos más de 100 máquinas trabajando sin
parar y produciendo en cadena.
Cabezón: Ya pero
estoy yo
Madre de
Palucha: no señor, no señor, la niña lleva un buen rato en la cola…
(Todos se
dan empujones)
Quinta escena: Pin-Pon jugando en la
tienda de lunares
Señora
Pon-pon: Pin-Pon hija, deja eso, ya sabes que a tu padre no le gusta que juegues
con los lunares del trabajo
Señor Pin:
Deja a la niña. Tenemos sacos y sacos de lunares que ya nadie quiere ni sabe
apreciar.
Pin-Pon: Gracias papá, a mí me gustan. De hecho ¡Me encantan!
(Pin-Pon juega
a recortar, a pegar y a coser con los lunares)
(Mientras
tanto entra en escena Cabezón vestido con una caja)
Señor Pin y
señora Pon-pon: Buenas tardes Cabezón
Cabezón:
Buenas señor Pin, Buenas señora Pon-pon, ¿Qué tal Pin-Pon?
Señora
Pon-pon: Siéntese, siéntese Cabezón
(Cabezón se
sienta en la silla donde estaba jugando Pin-pon y donde se ha dejado unos
cuantos lunares)
Cabezón:
Bueno pues esta es la oferta de la que les hablé, estoy dispuesto a quedarme
con este local si ustedes deciden cerrar la tienda
Señor pin:
bien Cabezón, déjenos pensarlo unos días
Cabezón:
Pues claro Pin, no hay prisa
Señora
Pon-pon: Gracias Cabezón, consideraremos su oferta
Cabezón
(mientras se levanta con unos lunares pegados): Pues no se hable más, espero su
respuesta. Adiós, adiós.
Sexta escena: la calle llena de gente, todos siguen vestidos de caja, excepto cabezón
que además de caja lleva los lunares que se le pegaron en la tienda
Madre de
Palucha (Al ver a cabezón por detrás): Cabezón, está usted esta mañana
elegantísimo
Cabezón
(sorprendido): Gracias señora
Pollo: Hace
una foto a cabezón
(Desaparece
cabezón)
Pollo (en
una tele): pues sí han oído bien, se vuelven a llevar los lunares
(Desaparece
Pollo)
Palucha:
¡quiero lunares, quiero lunares!
Madre de
Palucha: Palucha…
(Desaparecen
Palucha y su madre)
Aparece de
nuevo Pollo y Cabezón vestidos de caja
pero con algún accesorio de lunares que les cuelga de alguna parte
Cabezón: Me
encanta tu foulard Pollo
Pollo: Sí,
gracias Cabezón, es un diseño exclusivo y único.
(Aparecen
Palucha y su madre ataviadas también con lunares pegados y colgando de sus
cajas formando distintos diseños)
Palucha:
mamá, ¿sabes que el collar que llevas se lo ha inventado Pin-pon?
Madre de
Palucha: ¿Tu amiga Pin-pon?
Palucha:
Ahora ayuda a sus padres en la tienda. Es la encargada del departamento de complementos.
Madre de
Palucha: Pues verdaderamente son preciosos
Pollo: sí,
incluso Cuadratix compra sus obras de arte para decorar sus cajas
Cabezón:
Pues yo en la oficina me pongo cajas, son más formales, pero en cuanto salgo…
Todos
cantan:
“Cada cual que vista a su manera,
que lleve lo que quiera.
Con lunares, con cuadros o con rayas,
lo que les venga en gana.
Ser tú mismo es lo que cuenta,
disfruta cuanto puedas,
haciendo lo que te gusta
y no tengas pelusa;
Pues somos distintos y especiales
todos originales,
importante es lo que tu sientes
no lo que dice la gente.”
Séptima escena: Salen la señora Pon-pon, el señor
Pin, su hija Pin-pon, Cuadratix y su perro Escocés)
Voz en off:
Señoras y señores, bienvenidos a una nueva edición de la pasarela Cascabeles. En
este mismo momento damos por comenzada la famosa Fashion Week en la que los
mejores diseñadores del mundo presentarán sus últimos trabajos y colecciones.
Cuadratix:
Hola Pin, hola Pon-pon, ¿qué tal Pin-pon?
Pin,
Pon-pon, Pin-pon: Hola cuadratix, hola Escocés
(Empiezan a desfilar
los personajes con distintos diseños de cajas, lunares y cajas con lunares. Se
oye una música de fondo)
Cuadratix:
Bonitos lunares
Pin: Bonitas
cajas
Cuadratix:
Me encanta tu nueva colección
Pin: Gracias
Cuadratix
Pon-pon: Tus
cajas son siempre perfectas, un trabajo impecable
Cuadratix:
Gracias Pon-Pon
(Desaparecen
el señor Pin, la señora Pon-pon, Pin-pon, Cuadratix y Escocés mientras siguen
desfilando los demás. Luego vuelven a salir a escena para sumarse a la pasarela
y mostrar diferentes vestidos. Se escucha la música más alta mientras desfilan.
Luego salen haciendo la conga y con un cartel que dice “Fin” y se cierra el
telón)
Por debajo
del telón se asoma Pin-pon y tira confeti
Fin
CONCLUSIÓN
La creación
literaria forma parte del aprendizaje de los niños dentro del trabajo de
literatura. Desde mi punto de vista, es lo más difícil de lograr, lo más
elaborado, ahí donde pueden poner a prueba todo lo que van aprendiendo en el
área de lengua y literatura. También es donde se permite la creatividad, la
expresividad, el mostrar y compartir con otros lo uno lleva dentro, lo que le importa, lo que siente… Es también
un espacio de juego y disfrute.
Sin embargo
esta parcela de aprendizaje a menudo queda descuidada, o no se le presta
suficiente atención, o se acaba convirtiendo en una corrección de estructuras
gramaticales y faltas de ortografía sin más, perdiendo toda la gracia que puede
tener.
Me encanta
la idea sugerida por Irune de crear un pequeño club de lectura y de escritores en clase, así
como la importancia que da a que se lean los escritos a los compañeros, de
forma que reciban un aplauso y un feedback que les ayude a mejorar, pero que no
esté centrado en una nota académica. Comparto también la necesidad de dedicar
un tiempo semanal a trabajar la creación literaria.
Me parecen
muy interesantes todos los recursos aportados en el material complementario de
la asignatura. Además de contemplar los tres géneros literarios, son
atractivos, variados y divertidos para los niños; Ayudan a dejar volar la
imaginación y a lograr resultados bonitos de forma que los niños vean que ellos
también son capaces de realizar creaciones literarias interesantes. Sin duda
los incorporaré en mi trabajo.
Me ha
resultado especialmente atractivo el poder trabajar la poesía con niños, y
también el drama. Este último me parece que da mucho juego en cuanto a creación
literaria y artística, memorización y expresión oral si se llega a la puesta en
escena.
Por último,
el poder recoger la creación en un libro que forme parte de la biblioteca del
aula me parece algo maravilloso y un elemento muy motivador para los alumnos.
BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
Labajo, Irune.
Catálogo de actividades para la creación literaria
Labajo,
Irune. El pensamiento poético en la infancia
Labajo,
Irune. La gramática de la fantasía
Rodari, Gianni.
Gramática de la fantasía
Mejía
García, Perucho. El títere, un objeto animado en el espacio escénico. Bellas
Artes, Institución Universitaria del Valle
Santagostino,
Paola. Cómo contar y cuento e inventarse cientos. Ediciones Obelisco
www.makingbooks.com
www.makingbooks.com
¡Hola compañera! La verdad es que me han gustado mucho tus propuestas. Coincido contigo en que a veces nos centramos en corregir fallos gramaticales y ortográficos y mermamos las ganas de los niños de escribir aquello que se les pasa por la cabeza. Creo que las actividades que propones están muy bien y me parece interesante la idea de unir la creación en verso con la creación dramática, sobre todo para un curso de tercer ciclo, dónde ya tienen capacidad para mezclar varios géneros. Quizás completaría con una breve explicación del material utilizado para elaborar el cuento (la elección de materiales) y otra breve justificación de la edad elegida (10-12 años).
ResponderEliminarPor lo demás yo lo veo muy bien ;)
Un saludo y gracias por compartir.
Estupendo, Laura.
EliminarGracias Laura
ResponderEliminarPerfecto. Un gran trabajo.
ResponderEliminar¡Gracias!
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